Con motivo de nuestra visita al Salón Internacional de la Alimentación ALIMENTARIA 2016, en Barcelona, hemos tenido la oportunidad de saludar a viejos amigos; como Jesús Merino, a la sazón uno de los mejores cortadores de jamón del mundo, conocer otros nuevos y disfrutar de estupendos productos de calidad insuperable.
Uno de estos productos, del que hoy queremos contar, es el lineal de ibéricos de la empresa salmantina Calderón y Ramos, que nace fruto de la pasión por el origen y elaboración de nuestros productos derivados del cerdo ibérico, trabajando desde 1982 para mantener viva esa tradición.
Calderón y Ramos hace posible que la marca Estrella de Castilla, ubicada en Guijuelo, sea conocida por todo el mundo. Hablar de Guijuelo es hablar de jamón ibérico, no solo por sus características climatológicas sino también por el amor a una tradición legendaria. Los productos ibéricos forman parte de nuestro patrimonio gastronómico. Están en nuestras mesas, recetas, conversaciones y, sin duda, son una de esas sanas costumbres que nunca deberíamos perder.
Según cuentan en su página web, uno de sus secretos es controlar el proceso de producción de todos los productos desde el principio hasta el final. Sólo así podemos garantizar que cada uno de nuestros jamones llega a ti con toda la calidad, el sabor y la tradición de Guijuelo.
El jamón ibérico es protector cardiovascular. Sus grasas están compuestas por ácidos grasos monoinsaturados y ácido oleico, favoreciendo la aparición en la sangre de HDL (colesterol bueno) y reduciendo los niveles de C-LDL (colesterol malo).
Es un alimento rico en vitaminas B1, B6 y B12 beneficiosas para el sistema nerviosos y funcionamiento del cerebro, vitamina E con gran poder antioxidante, así como minerales como el hierro, fósforo y cobre que ayudan a combatir estados anémicos.
El jamón ibérico tiene tan solo 195 calorias por 100 g de producto, alimento por tanto ideal para una dieta equilibrada.
La Gastroteca 